En ocasiones,
lo insólito se cuela paralelo a lo largo del carril y se convierte en muestra
para el debate íntimo; y este es el caso que me ha estado rondando a lo largo
de la pasada semana.
Cada día y a
la misma hora he podido contemplar a un varón ― probablemente superados los
sesenta años― caminando hacia atrás siguiendo la línea discontinua que separa
las dos direcciones de una calzada sin tráfico de vehículos a motor. A partir
de la primera presencia, di en pensar que algo poco ordinario había en tal
conducta. ¿Acaso alguna terapia impuesta? ¿Quizás una estimulación de reflejos?
¿Podía ser una forma de meditación?
Al cabo de los días sucesivos he pensado que
en ningún caso se trata de un trastorno mental porque el grado de serenidad y
control de movimientos del cuerpo no es posible realizarlos con tanta perfección
y exquisito cuidado como lo observado. Y ya se sabe, una consulta al Google y asunto concluido.
EL ENTRENADOR PERSONAL
Enlace:
«…Caminar hacia atrás se practica desde
hace mucho tiempo, especialmente entre las personas mayores como parte del
ejercicio diario para estar mental y físicamente en forma. Este tipo de práctica
también se conoce como retro-ejercicio.
Mucha gente en Japón practica este tipo
de ejercicio de caminar o correr hacia atrás. De esta forma, se queman varias
veces más calorías que el modo tradicional de ejercicio para hacer footing. En
los entrenamientos de diversos deportes como el fútbol, baloncesto o tenis
donde se requiere que los jugadores se muevan en todas las direcciones una de
las rutinas de entrenamiento es correr hacia atrás...»
— Se define parte del desarrollo
muscular en las piernas que hace que estén más fuertes. También se
mejora la coordinación deportiva. Este tipo de ejercicios nos ayuda a mejorar
el equilibrio. Algunas personas lo utilizan para la rehabilitación de las
lesiones.
— Caminar o correr hacia atrás
requieren más esfuerzo físico de lo normal. Es probable que su frecuencia cardíaca aumente aún más en comparación cuando se está moviendo hacia adelante.
— Muchos japoneses realizan este tipo
de ejercicio de caminar o correr hacia atrás para quemar más calorías.
— Con 100 pasos hacia atrás estamos
quemando las mismas calorías que si realizáramos de 300 a 500 pasos convencionales
hacia delante.
— Además, cuando se ejecuta este tipo
de entrenamiento de manera inconsciente se aumentar la longitud de la zancada
en cada paso hacia atrás.
— Muchos velocistas incorporan este
tipo de ejercicio en su rutina de entrenamiento.
— Por último, pero no menos importante,
caminar hacia atrás es una buena manera de bajar cuestas muy empinadas si
sufrimos dolor de rodilla o lesiones en músculos del tren inferior. Caminando
hacia atrás tenemos una menor presión sobre la articulación de la rodilla.
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