miércoles, 20 de agosto de 2014

EL CRONICÓN DE OÑA

Siempre he sido un ferviente lector de textos relacionados con mi condición de castellano y, por aquello de que nobleza obliga, no he perdido oportunidad que me pusiera en contacto con mis orígenes y la historia de mis ancestros próximos o remotos. Películas, documentales, escenarios teatrales y cualquier otra muestra literaria al caso, han tenido en mí un devoto de la historia de las gentes que configuraron los reinos de Castilla y León a los que me honro en pertenecer.

Por eso, y tan reciente como hace sólo algunas horas, he asistido a una representación en la que el monumental cenobio de San Salvador de Oña, el espectacular brillo de la representación, el preciosismo del vestuario, los elementos musicales y luminosos y la apostura de actores y actrices participantes, han convertido la representación del Cronicón de Oña en una más que valiosa muestra del bien hacer de un Fuenteovejuna moderno que llena de orgullo y gloria a la villa oniense.

En esta última edición he participado de la representación con mi familia y he podido  añadir a mi colección de eventos históricos contemplados, el prodigioso espectáculo de la historia que forjó a Castilla y León entre los años 970 a 1072.

No es mi propósito hurgar en la serie de encomiables calificativos que me ha merecido el espectáculo y que son innumerables. Baste sólo el hecho de que mi propósito íntimo de acudir en futuras muestras, sólo podrá impedirlo algún imponderable, porque allí estaré tan absorto y entusiasmado como lo he estado en esta ocasión.

Mi más cordial enhorabuena y mi más sincero agradecimiento a todos y cada uno de los que hacen posible tan esplendida puesta en escena del entrañable periodo de historia castellano leonesa.

Gracias a todos

Eduardo García




























1 comentario:

  1. Definitivamente, este veranos os está resultando intenso y muy interesante. Me alegro.

    Saludos cordiales.

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