Hay que convenir en que algunos de nuestros
estudiantes y, otros afines, merecen todos los elogios para una conducta como la suya, capaz de sustituir su tiempo de libre disposición y albedrío, por el
admirable afán de acrecentar su caudal de conocimientos de expresión escrita y
convertirles en una muestra solidaria de
sus excepcionales aptitudes. A poco que uno preste atención a sus «muestras gráficas» puede llegar a numerosas
conclusiones. Entre ellas, la de que no son banales sus esfuerzos y que representan
un futuro halagüeño para el desarrollo de las actividades profesionales, sociales,
culturales y económicas de las futuras generaciones. Trazos de firmeza concluyente muestran un decidido empeño que les permitirá superar dificultades y obstáculos; inclinaciones de rasgos a un lado y a otro de su escrito confirman la indudable tendencia de contactar con los demás (espíritu de equipo); escritos ascendentes responden a actitudes vitalistas; líneas horizontales nos indican un carácter firme que no se deja llevar por el entusiasmo ni por el desánimo...etc. En fin, un excelente abanico de personalidades dispuesto para afrontar los retos del futuro con las máximas garantías de éxito.
Incluso hay ocasiones en las que se descubren
muestras de solidaridad hacia alguna persona sobresaliente por sus
hazañas deportivas. Es el caso que se muestra en la imagen a continuación en el que un
famoso atleta, cuyos méritos le han hecho merecedor de figurar como ejemplo ciudadano de constancia, esfuerzo y pundonor, al que muestren su incondicional apoyo. Cómo se verá, en él, los escritores han querido plasmar junto a su imagen, el alto grado de estima que
les merecen sus hazañas convirtiendo cada una de las firmas en un galardón
personal para sus hazañas deportivas.
Uno, que aunque no es muy viajado que
digamos, ha podido comprobar, no sin cierta dificultad por su escasez, algunas
muestras gráficas de este «arte pendolista» en diversas ciudades y pueblos, que en nada superan en cantidad ni calidad a las que nosotros disfrutamos en Burgos. Es, por demás halagüeño, por ejemplo, que
entre la pléyade de peregrinos que discurren por la ciudad, sea frecuente que guarden en su retina la impronta de las más espectaculares muestras de grafismo que abundan a su paso; fachadas, reclamos publicitarios, señales de tráfico, algún que otro árbol, farolas, bancos públicos, muros y monumentos de larga y honrosa historia, estatuas, paneles, mapas de información turística, centros educativos...; y un largo etcétera, demuestra la «abundante creatividad» que convierte a la ciudad en un claro ejemplo cultural que ofrecer a propios y extraños. Será para cada peregrino un «grato recuerdo» de su paso por nuestra ciudad.
Por otro lado, hay que reprochar a los
poderes públicos su desmedido afán por evitar, más o menos eficazmente, que
los autores de estos trabajos lleven a cabo sus encomiables esfuerzos de mejora en la expresión gráfica. Se ha dado el caso de que sorprendidos los encargados de
esta tarea en pleno actividad de limpieza, coincidieron con un «escritor» de corta edad que provisto de spray
(atomizador o aerosol en castellano) iniciaba su tarea diaria «estorbado» por los primeros. Incluso estos cometieron la torpeza de increparle duramente con la
ayuda de un paseante que discurría por el lugar. A las voces de reproche acudió
el padre del chaval que a punto estuvo de emprenderla a guantazos contra el trío
represor. «Mi hijo es libre de hacer lo que
le venga en gana en uso legítimo de sus libertades», argumentó.
Una última cosa que añadir. Según los poderes públicos municipales, los trabajos de aseo que «estorban deliberadamente la legítima libertad señalada» supusieron el irrisorio gasto de quinientos mil euros en el año 2012.
un burgalés paciente
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