lunes, 28 de julio de 2014

COSAS DE LA LUNA Y EL SOL

Hace ya de esto muchos años, tantos que ya he perdido la cuenta del momento de la anécdota que me ha recordado el aniversario de los cuarenta y cinco años cumplidos desde que el primer hombre puso sus pies en la luna. Fue en el día 21 de julio de 1969 cuando el comandante Neil Armstrong puso su pie en la superficie lunar. Eran las 2:56, hora internacional. Seis horas y media antes, el módulo lunar se había posado al sur del Mar de la Tranquilidad.

«La televisión transmitió en directo este acontecimiento. Millones de personas, en todo el mundo, asistieron con emoción al momento en el que, por primera vez, el hombre llegaba a la Luna. Primero bajó Armstrong y el mundo entero contuvo la respiración. Entonces, se le oyó decir aquella frase que ha pasado a los libros de historia: «Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la Humanidad».




Sin embargo, y por lo que se ve, no parece que el desarrollo del proyecto y el resultado final de la llegada, hayan confirmado definitivamente  la credibilidad de la hazaña a lo largo de los cuatro puntos cardinales de la esfera terrestre. Desde luego tampoco en la piel de toro. Porque este día, siguiendo habitual costumbre diaria de la emisora de radio Onda Cero, se convocó también al auditorio de «fósforos» ―según peculiar apelativo para los adictos al programa― para que mostraran sus personales vivencias en el momento del alunizaje. El que más y el que menos, vivió, según pude comprar, desde en múltiples estados de inquietud, considerando la audacia como un riesgo alarmante para la integridad física de los astronautas, hasta una tensión de las de pellízcame que no me lo creo.  Pero no todo fueron parabienes porque, entre los fósforos, se despachó uno que, libreta en mano y recopiladas en ella las sucesivas visitas a la luna que, según en él, en ningún caso se produjeron, dio por hecha la falsedad porque se abortó la difusión televisiva de las mismas y eso era muy sospechoso.

¿Que qué tiene que ver todo esto con la anécdota de escuela prometida? ―en este caso de una maestra destinada en un agreste lugar del páramo burgalés―. Pues en que, en este caso, se coordinaron la desconfianza y la rudeza del opinante al considerar absolutamente falsa de credibilidad la rara costumbre de la Tierra que se pasa cada uno de los trescientos sesenta y cinco días empeñada en un ciclo anual para dar la vuelta alrededor del Sol. Y desde luego nada más aberrante que enseñar a los niños que el Sol no se mueve y que es la juguetona Tierra la que se entretiene girando a su alrededor durante las veinticuatro horas con las que completa el día.


(Imágenes en Google)

La niña, hija del pastor de ovejas del lugar, volvió triste y compungida a clase al día siguiente de la lección aprendida. Por lo visto, el padre llegó a considerar a la profesora como farsante y reo de falsedad, cosa que ofendía al cariño que ella la profesaba. «A él le podían venir con semejantes monsergas después de comprobar día a día, desde los doce años que sus padres le dedicaron al pastoreo, quien se movía alrededor de quien». «¡¡El sol —le había dicho a la pequeña, entre irritado e insolente—, sale por las mañanas por detrás de los riscos de la Cueva del Moro y, después de pasar a lo largo de la mañana y la tarde por’cima de mi cabeza, las de las ovejas y el perro, al atardecer desaparece por detrás del aprisco del señor Matías y yo jamás he sentido semejante baile de la tierra que tengo bajo los pies!!». 


Algunos improperios más debieron de salpicar semejante desaire y la señorita, con buen criterio y conocida la terquedad del descreído, prefirió dejar para mejor ocasión una lección particular al pastor y consoló a la alumna con la respuesta de que el tiempo lo cura todo, incluso aunque la tozudez sea un mal irreparable en algunos casos, y que sólo se puede arreglar con inteligencia y la cultura que ella estaba atesorando.
Ontillera
Julio 2014

jueves, 24 de julio de 2014

FERIA MEDIEVAL EN VILLADIEGO

El pasado sábado fui visitante privilegiado de esta Feria Medieval en Villadiego al poder aportar mi humilde colaboración a un evento que, como nacido en la villa, me enorgullece de manera especial. Gracias a la amabilidad de los concurrentes pude saciar mi afición a la fotografía y de paso valorar el notable esfuerzo de un colectivo de artesanos que, capaces de hacer de su tiempo libre un espacio para el rescate de costumbres y habilidades medievales, mostraban su entusiasmo y sus tareas en una exposición de trabajos de excelente calidad y múltiple iniciativa. Confirmaban con ello la labor callada y paciente de quienes, de este modo, comparten sus aficiones y destreza y las ponen a disposición de quienes consideran una tarea noble la de rescatar usanzas de la vida rural arrinconadas, y las ponen a disposición de quien desee mostrarles su agrado.

Vayan estas imágenes como expresión de reconocimiento para las facilidades con las que pude realizar mi afición y de paso, convertirlas en escaparate de un muestra para el recuerdo y el orgullo. 
Ontillera
19 de julio 2014


ATENCIÓN CICLISTA URBANO



Tengo a gala el haber conseguido acomodarme a los nuevos tiempos, aun con sus virtudes y yerros, y aunque mantengo el talante abierto a todo, no puedo por menos que sentir algunas perplejidades que, a menudo,  me dejan sumido en un pasmo.

Es el caso que he reiniciado mis habituales correrías por el carril bici, según me estaban reclamando con insistencia mis extremidades, mis tendencias lúdicas de jubilado y, por qué no decirlo, mi familia que quiere para mi vejez la práctica de un poco de ejercicio al aire libre, según sabios consejos de la naturaleza y los facultativos de turno. Incluso, para mi seguridad física y mental, mi esposa, hijas y nietos me encomiendan cada día a toda la corte celestial para que no cometa imprudencias y regrese indemne. Léase con el vaquero rasgado, la moradura en el pómulo y la bicicleta para cambiar de modelo.

Pero no es esto lo que quiero relatar hoy.


Siempre suelo incorporarme al carril bici en el mismo lugar y con las mismas precauciones de prudencia que, entre el sentido común y los reflejos reducidos por el tiempo, me aconsejan. El caso es que, delante de mí, pedaleaba airoso otro aficionado siguiendo escrupulosamente la derecha del carril y sin invadir en ningún momento la acera peatonal que discurre paralela y unida a este. En esas estábamos ambos cuando a unos escaso metros por delante, un par de comadres, entretenidas en alegre parloteo, caminaban ocupando ambas direcciones de nuestra vía. Clamorosa usurpación, según se verá, que mi colega resolvió haciendo sonar el timbre con una alegre cantinela capaz de estimular al más reacio de los peatones y que hizo reaccionar de manera furibunda a las dos caminantes. Efectivamente; ambas mujeres dejaron libre el centro de la ruta no sin disgusto y al tiempo de increpar al intruso que, según ellas, desconocía la más elemental de las reglas del ciclista ciudadano. La señal que preside este relato es un lema que practicamos todos, o al menos la mayoría sensata, no por imposición sino por convicción y sentido común. Haciendo caso omiso del vocerío, mi camarada siguió su rodar, ahora ya libre y, probablemente bastante pasmado como lo estaba yo.

Escarmentado en cabeza ajena, al llegar a la altura de las mujeres, que erre que erre seguían caminando por el carril y ahora vociferando contra la falta de civismo de los ciclistas, tomé la decisión de superarlas, adelantándolas por la acera peatonal justo en el momento en que, inopinadamente, se incorporaba a esta una madre empujando el carrito con su bebé. Así que por escapar de un enredo me metí en otro porque la señora, esta con excelentes modales, me reprochó a mi también el uso de su espacio, dicho sea de paso, con todo el derecho del mundo.

Según esto, necesito que, desde los poderes públicos, alguien ilumine mi cacumen herido y me resuelva este embrollo porque, entre ambas alternativas discutibles, a mí sólo se me ocurre la posibilidad de cargar la bicicleta a los hombros y caminar con ella hasta los caminos por los que antaño discurrían los animales de labor en las tareas agrícolas. Que en realidad es lo que hacíamos los chicos de los años cincuenta cuando el carril bici no era ni siquiera una quimera.


Don Ramón de Campoamor me hubiera dicho que

«En este mundo traidor,
nada es verdad ni mentira,
todo es según el color
del cristal con que se mira», 

Ontillera
Julio, 2014

jueves, 17 de julio de 2014

VILLADIEGO EN FIESTAS

VILLADIEGO Y AGOSTO DEL 2012  

TERCER DÍA DE LAS FIESTAS PATRONALES


Tercer día de las fiestas patronales y Villadiego amanece bajo el hermoso paraguas azul del cielo castellano. Un sol espléndido ilumina cada rincón de la villa con la promesa de otro día para el recuerdo. La Puerta Norte sigue abierta asegurando a los visitantes un abrazo acogedor para quien tenga el propósito de disfrutar de la hospitalidad de la villa. 
Hoy me he levantado con los luminosos rayos de sol que se colaban estimulantes entre los cuartillos de mi ventana y, después de rapar las barbas y remojar el cuerpo y el alma bajo el agua de la ducha, he cargado mis bártulos de humilde aficionado a la fotografía y he salido de safari. 
He querido mirar una vez más a la villa que me vio nacer desde las pocas alturas que la circundan. Y, desde el Alto la Riba, aunque los árboles no me dejaban admirar el bosque urbano al completo, he podido imaginar, como el Diablo Cojuelo, las imágenes de mis paisanos rendidos a la trasnochada de unas fiestas para las que no encuentro mejor elogio que memorables. 
Aún quedaban sobre tejados y miradores las tonadas meridionales del último evento que, ayer, llenó la Plaza Mayor de belleza, luz, color y emociones flamencas. Y en el aire limpio de la mañana han desfilado sobre tejados y balconadas, los desfiles de carrozas repartiendo arte y delirio; la alegría de las peñas multicolores, entregadas al placer de estimular a la fiesta y al buen humor; las celebraciones litúrgicas dedicadas a la Virgen y el buen San Roque que por una vez en el año recorren la villa para bendecir vidas y sueños; la espectacular belleza de la Corte de Reinas, cuya apostura y dignidad han llenado de honores a la villa y asombro a propios y extraños; las alegres dianas y los conciertos magistrales a cargo de la Asociación Musical de Villadiego; el vermú del medio día; el buen yantar de una tierra que conserva los valores culinarios ancestrales, con especial devoción del cordero asado al estilo Villadiego, las jijas y la morcilla; el sol y sombra de la sobremesa y las cañas frescas de la tarde; los fuegos artificiales llenando de asombro y color los ánimos y la noche; los bailes, las corridas de toros, las verbenas, los conciertos de guitarra y música coral en el flamante Auditorio «Príncipe Felipe» y de órgano en el templo de Santa María; las exposiciones en Museos y templo de Santa María… Y para completar el ámbito cultural, el especial Acto Conmemorativo que celebra el 200 Aniversario de la Independencia de Paraguay y en Memoria del ilustre oriundo de la villa  D. Bernardo de Velasco y Huidobro (Villadiego, 1765, Asunción, Paraguay, 1822) militar español, último gobernador de la Intendencia del Paraguay. 
Finalmente, he sentido la emoción de los numerosos reencuentros entre amigos que vivimos al alimón niñez y adolescencia. Siete decenas largas de años coleccionamos todos ya y los recuerdos de otras fiestas y otras venturas nos han unido en el amor a la tierra que nos vio corretear y en el firme propósito de seguir llevando su nombre donde quiera con el más legítimo de los orgullos.
Por todo ello, porque he disfrutado «de lo lindo» ―como era expresión superlativa del regocijo en labios de nuestros mayores― quiero mostrar mi agradecimiento a cada una de las personas que lo han hecho posible. Y, como en Fuenteovejuna, sigamos todos a una engrandeciendo lo que ya lo es mucho por el esfuerzo del trabajo, la cultura y el bien hacer de regidores, asociaciones y vecinos. 
Ontillera
17 de agosto 2012

sábado, 28 de junio de 2014

jueves, 5 de junio de 2014

ACOGER Y COMPARTIR ong

ACOGER Y COMPARTIR
Después de haber dedicado más de cuarenta años a las tareas de enseñar a leer, —y algunas otras cosas más— a decenas de niños, las imágenes que muestra este vídeo no pueden ser más reveladoras del agradable impacto que  me produce la presencia bulliciosa y alegre de los pequeños haitianos.  Contemplar a estos niños mostrando sus miradas limpias, sus gestos infantiles abiertos a la vida y su elocuente sonrisa, es una evidencia reveladora de su capacidad para considerarse felices y agradecidos a pesar del escenario de desolación y privaciones que les rodea. Aun habiendo sido víctimas de un desastre natural de proporciones pavorosas, y, en alguna medida, del abandono y la incuria humana, nada puede impedirles que sus ansias por vivir se hagan presentes ante una cámara acogedora y dispuesta a divulgar lo que para ellos significa un gesto de atención y cariño.

Una ONG, «Acoger y Compartir», tiene como objetivo la construcción de una Casa de Acogida para los niños de Puerto Príncipe (Haití) y extiende sus manos allá en donde la solidaridad humana esté dispuesta a compartir para que ellos puedan albergar. Y de las voces de dos grandes de la música como son Pablo Milanés y Kepa Junkera, se muestra el resultado de este precioso vídeo en el que también la calidez interpretativa de Prado a quien me unen la estima familiar y la admiración por su gesto solidario añade la dulzura de su voz tan espontánea y delicada como lo es su propósito solidario.
Enhorabuena y suerte para el proyecto.


 Pablo Milanés

Kepa Junkera

Prado Pérez de Madrid y Luis Pérez Duque, AURAMÚSICA
Clic en este enlace:



miércoles, 4 de junio de 2014

MI AMIGO ELISEO

Mi amigo Eliseo, compañero en el propósito de divulgar la música Coral con nuestro grupo de Cámara “San Esteban” de Burgos, posee la gran virtud de repartir sonrisas, cuando no carcajadas, con un talante y un humor siempre oportuno que convierte en placentera su relación con los demás. Y así es que su mente abierta, solidaria y positiva por naturaleza, también se hace eco de lo que conmueve y estimula.

De modo que, que fruto de su sentido solidario, me envía uno de esos numerosos mensajes que circulan por la red con especial carga emotiva, que conmueve y reclama apoyo para una causa que sólo busca divulgar esperanza y ternura. En él, la evidencia de las imágenes estimula a quien ama la infancia y sufre cuando la enfermedad de los pequeños hace mella en sus cuerpos doloridos


...Porque los niños no pueden luchar contra el cáncer solos...

Haz clic en este enlace:

lunes, 2 de junio de 2014

52 FOTOGRAFÍAS DE LARGA EXPOSICIÓN



Este post muestra 52 de las fotografías de larga exposición más impresionantes e increíbles realizadas por los fotógrafos más brillantes. Tanto si eres un fotógrafo, o simplemente un admirador, estas imágenes te dejará sin aliento.

Clic en el siguiente enlace:
52 Stunning Long Exposure Photographs | Creative Fan

miércoles, 28 de mayo de 2014

BEAGLES. PRIMERA EXPERIENCIA DE LIBERTAD

Seis Beagles tienen la suerte de experimentar la libertad por primera vez en su vida. Los Beagles son utilizados por las compañías de investigación debido a su naturaleza amable, confiado y dócil y se adaptan bien a vivir en una jaula. Aquí se muestra su rescate de un laboratorio de investigación en Nevada por el Beagle Freedom Project. El Beagle Freedom Project trabaja con las instituciones de investigación para proporcionarles la adopción una vez que no se necesitan para la investigación.


Clic en el siguiente enlace:
Beagles Experience Freedom

Los beagle son una raza de perros de tamaño pequeño a mediano. Tienen un aspecto similar al foxhound, pero de menor tamaño, con patas más cortas y orejas más largas y suaves. Este perro, clasificado en el grupo 6, sección 1.3 por la Federación Cinológica Internacional, es un sabueso utilizado principalmente para rastrear liebres, conejos y otras piezas de caza. Su gran capacidad olfativa e instinto de rastreo hace que se utilicen como perros de detección de importaciones agrícolas prohibidas y productos alimenticios en cuarentena a lo largo de todo el mundo. Son animales inteligentes, y populares como animales domésticos debido a su talla, carácter tranquilo y carencia de problemas de salud congénitos. Estas características también hacen de ellos una opción como sujeto de experimentación in vivo.
Aunque esta raza existe desde hace más de 2000 años, el desarrollo moderno de su cría comenzó en Gran Bretaña en torno a los años 1830 junto con otras razas como los talbot, el north country beagle, el southern hound y posiblemente el harrier.
Los beagles han sido representados en la cultura popular desde la época isabelina tanto en la literatura como en la pintura y, más recientemente, en el cine, los cómics y la televisión. A menudo se cita a Snoopy, uno de los personajes principales de la tira cómica Peanuts, como «el beagle más famoso del mundo».

De la wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/Beagle




sábado, 29 de marzo de 2014

EL SANTO DOS CROQUES Y EL CÁLCULO MENTAL


Probablemente pensará, quien se tome la molestia de echar un ojo a estas líneas, que no acierta a comprender el maridaje que se desprende del título y, como se verá más adelante, la conexión entre ambos es concluyente. Doy por hecho que todo el mundo que ha visitado la catedral de Santiago se ha situado frente a la imagen del santo mencionado con la misma intención de recuperar o incrementar el contenido de su materia gris. Un servidor también, porque las tradiciones son para eso, para mantenerlas.



«Al Santo dos Croques se le atribuye el poder de traspasar sabiduría, inteligencia y talento a aquel que agachándose le propine 3 coscorrones con la cabeza. Se desconoce el origen de esta tradición, aunque se especula que pudiera estar en los universitarios santiagueses que buscaban “inspiración divina” para superar los exámenes».




Y ahora al grano. En la última de las ocasiones que he tenido la oportunidad de visitar la Catedral del Patrón de España, yo, disciplinado y amante de la leyenda como suelo ser entre las multitudes, me acerqué, dispuesto a repetir una vez más la tradición. Así que, golpeé en la cabeza al supuesto maestro Mateo con la única demanda de que me ayudara a no olvidar lo aprendido en el diario vivir. Tras de mí, una pareja de quinceañeros ―hermano y hermana― que nos acompañaban en el viaje, llevaron a cabo su inclinación y los correspondientes cabezazos, con el rigor repetido millones de veces, y sin saber a qué venía el rito. Después de explicarles el por qué de la costumbre, me dirigí al varón y le pregunté con intención de alabar su saber recién incrementado con una pregunta intrascendente:

― A ver, ¿cuántas son siete por ocho? Le pregunté, seguro de su acierto.
― ¡Cuarenta y cinco! Respondió él sin mostrar duda alguna.
Lleno de perplejidad quise remediar el entuerto sin herir su sensibilidad e insistí:
― Once más.
― Cincuenta y siete, contestó de nuevo.
― Una menos…
― Cincuenta y seis, respondió al fin.

Finalmente, con ello él quedó satisfecho de su «hazaña con el cálculo mental» y yo, pensé en mis adentros, «hoy el Santo Dos Croques se ha lucido».

viernes, 28 de marzo de 2014

DE PRESENTACIONES Y MELODÍAS

Tengo uno de mis contactos «internéticos» ―no preciso el sexo por razones de discreción ladina― que me tiene sumido entre la inquietud y la euforia con el envío puntual de un abanico de archivos que van, desde el más grave de los peligros patológicos que me acechan por doquier, hasta el más hermoso porvenir que me garantizará longevidad si cuido mi ingesta diaria o practico un breve rosario de ejercicios mañaneros de yoga.

Incluso me previene para ser cuidadoso con mi conducta mundana para caminar por la vida henchido de virtudes morales, cuando no me regala con decenas de prácticas sociales para convertir mi paso por este descalabrado mundo en paz y sosiego.

Últimamente está también revitalizando mis nostalgias con recuerdos de otras épocas, vividas entre penurias y algunos mandobles escolares― aludiendo a diversiones infantiles de riesgo y rudezas higiénicas. Gracias a estos últimos envíos, voy descubriendo lo felices que éramos los chicos en aquellos años de posguerra, jugando al burro, al marro, el aro o la peonza  y los descomunales batacazos que nos dábamos con la bicicleta o el patín tan artesano como inseguro y que invariablemente terminaban con el temido alcohol en las rodillas.

Ni que decir tiene que estas últimas aportaciones son las más eficaces para que, longevos y no tanto, cometan alguna torpeza tratando de emular aquellas hazañas infantiles. Porque, amigos, tengo para mi que poseen la voluntad más clara que el cacumen y terminan una carrera de cien metros con palpitaciones y espasmos, cuando no con una luxación de tobillo o un codo en cabestrillo.

Hay otros envíos que, estos sí, son de mi especial agrado porque en ellos me muestran imágenes de lo que es la más apreciada de mis aficiones cuando tengo una cámara en ristre. Fotografías espectaculares, en ocasiones un tanto veladas por la torpeza del manipulador de la muestra que consiguen situarme, desde las alturas del Machu Pichu peruano hasta las estaciones del metro moscovita pasando por las Alpujarras andaluzas. Además del placer de la belleza mostrada, vienen con el aliño de placenteras melodías que le trasladan a uno, desde los ensueños musicales de Euterpe hasta las celebradas melodías de los Beatles, en un apresurado espacio de seis minutos.



Imágenes de Google

Es posible que alguien piense, a la vista de este recuento de mensajes entre educativos y lúdicos, que repruebo semejantes conductas cuando lo que me sucede es todo lo contrario. Porque descubro que, como se dice en algunos de ellos, son el recuerdo personal de un amigo de especial estima. De manera que si algo tengo que objetar, es que cuiden sus afanes y eviten, siempre que sea posible, duplicarlos o triplicarlos, porque tengo la manía de abrir siempre todo lo que me mandan y, al cabo de setenta años largos de vida, el tiempo se me agota y lo necesito, por ejemplo, para mejorar mi dominio del solfeo que ya es hora. 

jueves, 27 de marzo de 2014

BRIVIESCA AÑOS SETENTA

Noviembre 1970 

Imágenes de una muestra escolar de Educación Física y Deportiva celebrada en el coso taurino de Briviesca al finalizar el curso 1969 











Diciembre 1971



 



Diciembre 1973




"En Briviesca el que no caza pesca"
1972 

Faltan los Apartados I y II 
(Agradecería colaboración briviescana para conseguir el texto íntegro)

Como enjambres los vasallos
acudieron a Briviesca,
atraídos por el brillo
de relucientes monedas,
no menos por el tufillo
de ya soñadas cazuelas,
por el buen vino que cántaras
ha de correr a las puertas
de las casas de Velasco,
convertidas en tabernas;
todo lo paga el buen Conde,
todo corre de su cuenta.

III        PREPARATIVOS

Es un verdadero ejército
el que emprende la tarea,
tan grande, que en pocos días
bajo dirección experta,
tiene montadas las obras
y la diversión dispuesta
con que el buen Conde pretende
obsequiar a la princesa.

Desde aquello de Vallejo
y remontando la cuesta,
por los altos de la loma
―bosque umbroso en esta época―
bajando por la Epitafia
en dirección a la Vega,
salvando el cauce del Oca
muy rico entonces en peces,
siguiendo luego a cordel
la ya vieja carretera,
cruzando otra vez el río
por espesísima arboleda,
según se va hacia el Ventorro,
del puente viejo a la izquierda
hasta empalmar justamente
de Vallejo en la caseta,
establecióse de estacas
muy firme y segura cerca
de metro y medio de altura,
sólida, a prueba de fieras.

Por disposición del Conde
de los festejos las vísperas
dejáronse en libertad
dentro de aquella floresta
(que a la sazón parecía
una verdadera selva)
muchos y variados ciervos,
rebecos, corzos, gacelas,
osos, lobos y raposas,
jabalíes y otras piezas.

No faltan liebres, conejos,
patos, ocas, gallinejas,
ánades y faisanes
y creo…hasta culebras.

También se echaron al río
de agua cristalina, fresca,
y a magníficos estanques
hechos de labradas piedras,
grandes bandadas de truchas,
barbos, angulas y tencas
y ¿cómo no?, de cangrejos,
que a millares, no a docenas,
hacia atrás, poco corteses,
practican las reverencias.

Se levantó un graderío
de la corriente a la vera
y en lo más alto un dosel
para la gentil princesa,
guarnecido de brocados
y de las más ricas telas;
allí no falta un escaño
labrado en finas maderas
para unas dos mil personas
que vienen a nuestra tierra;
las que forman el cortejo,
los próceres de Briviesca
los que han de llegar de Burgos
y de toda la Bureba;
también vistosos asientos
para cuantos intervengan
en las justas y torneos,
en la barra, en las boleras,
en el juego de las cañas,
en el salto, en las carreras,
en arte de cetrería,
en la caza y en la pesca.

IV        LA FIESTA

Se suceden con gran orden
los números más variados:
muchos apuestos guerreros,
caballos engualdrapados ,
hacen gala de destreza
formando vistosos cuadros.

Hay justas, juegos de cañas
de barra, lanzada a brazo,
pruebas de alta cetrería,
carreras, luchas y saltos,
cánticos, bailes, cucañas,
y hasta carreras de sacos.

A la vez muchos monteros
van recorriendo el cercado,
sin que den tregua a las piezas,
a cuchillo, piedras y arco
cobran buen número de ellas
con los lebreles y alanos;
otros, también muchas damas,
con sus pajes y criados
en los cristales del Oca
y en los estanques del prado,
entre risas y algazara
pescan relucientes barbos,
truchas, tencas y otros peces
que van, incautos, picando

¡Ay, de los pobres cangrejos;
más de ellos nada digamos,
que por marchar hacia atrás
van al peligro llegando,
se meten en el retel
y sin aduana… ¡al saco!,
en seguida a la cazuela
que ya les está esperando
y donde, no de vergüenza, 
se han de poner colorados.

V         EPÍLOGO

Y no podemos seguir
dando del acto más cuenta;
nos lo dificulta el tiempo,
y el espacio nos lo veda;
basta decirles, señores,
que al salir ya las estrellas
fueron brillantes testigos
de la esplendorosa fiesta,
proclamando así ante el mundo
lo que en las crónicas queda:

que en tal noche, aquí en Briviesca
«AQUEL QUE NO CAZA PESCA».

Con mi mas sincero agradecimiento y estima a 
don FRANCISCO COLINA
Briviesca 1972

ZODIAC

Gijón siempre ha sido nuestro refugio preferido en las escapadas en busca de terapias de remedio contra la ansiedad. Esos espacios grises en...