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martes, 24 de abril de 2012

HARVARD MUSEUM OF NATURAL HISTORY

(Viernes 06-04-2012)

Se dice de esta ciudad, probablemente de forma muy generosa, que es el espacio universal que, a lo largo de su prestigiosa vida universitaria, ha acumulado el mayor número de premios Nóbel por metro cuadrado. Y de ellos, esta es una apreciación personal, una gran mayoría han debido ser orientales porque es habitual encontrarse con alumnos de este origen acudiendo a facultades y otros centros de estudio.

HARVARD MUSEUM OF NATURAL HISTORY

BARITE
Cristales punteados. Berbes, Oviedo (Asturias) Spain



PLANTA CARNÍVORA
Reproducida en vidrio.


GIANT CLAMS - 76,2 cms./90,7184 kgs.
Sur del Pacífico 



GIBEON, HARDAP, NAMIBIA
METEORITO encontrado en 1836


Cambridge ha sido hoy el objetivo de nuestra visita y en ella hemos entretenido la mayor parte del día dedicados a recorrer las salas del Harvard Museum of Natural History. Pero antes hemos cargado nuestras pilas nutritivas en Mr. Bartley’s restaurante, el más famoso y frecuentado de la ciudad.

Cuando nos aproximamos, atraídos por el persistente olor a comida reciente y la cola de disciplinados candidatos a un lugar en el comedor, descubro que la fama no es un bulo para turistas. Tan pronto se hace evidente nuestro propósito de acomodarnos en la fila, aparece una mozuela cargada con los cuadernos de los menús que nos ofrece gentilmente. Seleccionados y decididos, no resulta complicada la elección porque cada propuesta incluye siempre una espléndida hamburguesa acompañada de «french fries» y otras delicias gastronómicas. Curiosamente no se ofrece bebida alguna de contenido alcohólico. Solo  refrescos.

Mr. Bartley’s Restaurant 


"IN GOD WE TRUST
ALL OTHERS PAY CASH"
(Confiamos en Dios.
Todos los demás pagan)













"Lady Gagá"


Colocado al final de la fila, hay un caballero que maneja una libreta y un bolígrafo. Está sentado sobre una alta banqueta y no acierto a averiguar el porqué de su presencia hasta que nos pregunta por nuestras preferencias. En realidad es el dueño del restaurante que controla las maniobras de acceso y las peticiones de comida.  Cuando completamos la petición de menús, la traslada a la que parece su esposa, —uno y otra de edad longeva—, quien las lleva a la cocina para agilizar la preparación y servirla tan pronto se nos siente en el comedor. Toda esta liturgia precede a un auténtico festejo gastronómico a base de comida genuinamente americana: la hamburguesa acompañada de sus múltiples formas de aliño. No sin cierto pudor, tengo que añadir que he disfrutado doblemente comiéndome a «Lady Gagá» nombre asignado, entre la retahíla de nombres de hamburguesas ofertadas, a la que me ha correspondido en suerte.
















Terminado la comida, nos dirigimos al museo, objetivo principal de nuestra visita. Fundado en  1859 ofrece una variadísima selección de animales y plantas que ilustran la teoría de Darwin; galerías de minerales junto a una colección de meteoritos recogidos alrededor de todo el mundo; fósiles de animales extinguidos, incluido el Kronosaurus —gigantesco reptil marino de la prehistoria— y, finalmente,  la reconocida muestra de las Glass Flowers  en las Galerías Botánicas. Es esta una varadísima colección de más de 4.400 reproducciones de plantas modeladas en vidrio por los artistas bohemios Leopold y Rudolph Blaschka. Aquí, el asombro crece a cada instante comprobando la belleza y exquisita fidelidad en la reproducción de colores y formas que confunden realidad y arte.

Después de la visita, deambulamos entre el ambiente ciudadano que da vida a la tarde para desembocar en un recinto de ambiente asiático. En él nos acomodamos para saborear la última moda del refresco. Se trata de batidos, infusiones y otras variedades refrescantes que incluyen la presencia de «bobas».  Término adulterado de la palabra inglesa «bubbles» (burbujas). En realidad se trata de una minúsculas bolitas de gelatina de soja que convierten en masticable el placer de una infusión o refresco. 

Al terminar la jornada iniciamos el regreso a Salem en el peor momento de la tarde. El tráfico es una inmensa aglomeración de vehículos que abarrotan cada uno de los carriles de la autopista y que hacen del viaje una prueba para la cordura y la paciencia. Llegamos a casa después del lento viajar y disfrutamos juntos con el recuento de experiencias, imágenes y anécdotas. Finalmente el ya universal «deporte» de la TV nos entretiene con una bonita película que completa el día…

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