Powered By Blogger

viernes, 29 de abril de 2016

MIGUEL ÁNGEL VELASCO

Mi amigo Miguel Ángel Velasco nos ofrece, una vez más, la belleza natural que rebosa por doquier en nuestra tierra castellana, con el valor añadido de su cariño a la misma y unos pinceles dispuestos a convertir el paisaje y los encantos ciudadanos en nuestro cuarto de estar lleno de vida. ¡¡¡Gracias Miguel Ángel!!!


 



























viernes, 22 de abril de 2016

JUBILADO

Año 2000 – Agosto, 30

Son las últimas horas de un camino recorrido a lo largo de cuarenta y dos años. Han sido los dieciséis últimos cursos destinado en lo que fueron ambos Colegios Públicos de Prácticas, masculino y femenino y que ahora se llama, convertido en centro unificado y mixto, C.P. Francisco de Vitoria en honor de este fraile dominico español escritor y catedrático de la Escuela de Salamanca.

He recorrido todas y cada una de las aulas que, en plena tarea docente, mantienen a mis compañeros en la noble tarea de ser educadores hasta los últimos alientos del curso que finaliza. Para mí, será también el último día como Maestro de Primera Enseñanza ―es lo que dice el descolorido título que poseo― y comenzaré un nuevo camino que habrá de discurrir entre añoranzas e incertidumbres. Entre las primeras, contemplaré a cada uno de los compañeros que discurren por este vídeo, como homenaje a todos los que la fortuna me ha deparado a lo largo de mis años de escuela. Las incertidumbres desvelarán su secreto a medida que el tiempo discurra y el vivir me depare sus opciones. Espero que todas me permitan envejecer serenamente.





martes, 5 de abril de 2016

LING LING Y TING TING

CURSO 1998/1999

Ling Ling y Ting Ting son dos niñas hermanas, de nacionalidad china, que se incorporaron al Colegio Público “Francisco de Vitoria” de Burgos al comienzo del presente curso. Su condición de orientales y su desconocimiento absoluto del castellano representaron un insólito reto docente para el centro. Sin embargo, a las pocas semanas de su presencia en el Colegio, el exótico atractivo dejó de ser una peculiaridad y la reacción de la comunidad escolar hacia ellas espontáneamente afectiva y solidaria. El exquisito comportamiento de ambas, su conducta comedida y delicada y su comprensible timidez inicial generaron simpatías y aprecios de inmediato.

De la urgencia en programar una actividad de inmersión lingüística y de la preocupación de los tutores por diseñar una conducta pedagógica adecuada surgió la iniciativa del Equipo Directivo para desarrollar una estrategia de apoyo individualizado. Esta tarea me fue confiada por mi condición de profesor del área de inglés y entendiendo que las maneras didácticas que se estaban revelando útiles para el aprendizaje de dicho idioma, también podían funcionar para iniciar a las niñas en la lengua castellana.


El reto tenía todos los ingredientes de una experiencia desconocida y atrayente. Además, la actitud inicial de las niñas y su talante cooperador hacía suponer que la tarea había de ser sin duda gratificante. Por otro lado, la inexistencia casi absoluta de una oferta didáctico-editorial que pudiera facilitar el trabajo significaba le necesidad de recurrir a la propia experiencia y echar mano del talante investigador que todo docente lleva dentro a la hora de adecuar su trabajo a la personalidad de los alumnos.



Iniciadas las sesiones de apoyo, los primeros resultados fueron especialmente alentadores. La progresiva asimilación de vocabulario y estructuras en las destrezas orales —sólo limitado en ocasiones por las evidentes dificultades fonéticas— y el rápido avance en el dominio de la lectura mecánica representaron un alivio inmediato para el profesor que se vio animado a toda suerte de iniciativas. Favorecidas estas por la universal capacidad de los niños para mostrar pautas inequívocas en cualquier proceso de aprendizaje, el resultado de la experiencia puede considerarse muy gratificante. 

Transcurrido ya el curso, estamos en condiciones de celebrar con prudente optimismo los resultados conseguidos. La capacidad de Ling Ling y Ting Ting para la comprensión de los mensajes orales es altamente satisfactoria; su dominio de la lectura mecánica es completo, aunque pueden advertirse algunas irregularidades fonéticas típicas; el grado de perfección gráfica es semejante al de cualquier alumno o alumna de su edad y, finalmente, sus posibilidades de comunicación lingüística —favorecidas regularmente por la relación con sus tutores y compañeros— resulta muy aceptable.

Sin embargo, y sin desdeñar ninguna iniciativa pedagógica al respecto, parece que el lenguaje universal de la solidaridad ha hecho el milagro de conseguir que Ling Ling y Ting Ting se hayan incorporado definitivamente y en el breve espacio de un curso escolar a la tarea colectiva de la Comunidad Escolar del Colegio. Sin duda que el ambiente de aliento generado a su alrededor ha completado sus propios afanes integradores.

Baste para acreditar lo expuesto la anécdota de su intervención en el acto cultural de final de curso que cada año se celebra en el pequeño teatro del Colegio. En él participan todos los niños y niñas del centro y también lo hicieron ellas. Acaso su contribución no fuera ni espectacular ni vistosa pero sí lo suficientemente emotiva como para recogerla en clave de estímulo para todos.

Cantaron con tímido empeño un par de canciones; la primera en su idioma y en tono legítimamente añorante. La segunda, burgalesa, sonó segura y en un castellano perfecto, sin duda para confirmar con el acento su afán de incorporación definitiva a nuestra comunidad.



... Los gigantones, madre,
el día del Señor
corren, saltan, grandones,
bailan alrededor ...

Con estos entrañables sones burgaleses llenaron el recinto repleto de niños, profesores y padres quienes, en gesto espontáneo y emocionado, acompasaron a las niñas con el calor de sus palmas entusiasmadas y el cariño de quien recibe encantado semejante muestra de aprecio.




Esta experiencia educativa, una más en el creciente número de actuaciones excepcionales y diarias que cada día tienen lugar en nuestras aulas con niños y niñas de diversos orígenes culturales y etnias, sirva para estimular la capacidad integradora de nuestros alumnos y alumnas y mostrar el profundo respeto que nos merece cualquier ser humano, desplazado de su ambiente cultural, que acude a otro en demanda de comprensión, ayuda y, sobre todo, afecto.
Burgos, junio 1999
Eduardo García Saiz
C. P. "Francisco de Vitoria"