Powered By Blogger

miércoles, 21 de enero de 2015

MAYMO




Este hombre sin techo estaba dispuesto a dormir a la intemperie a pesar del durísimo invierno que hacía imposible la vida a la intemperie. Y todo para poder estar junto a su perra. Afortunadamente su vida comenzó a cambiar gracias a la ayuda de los demás. 

La historia de Bernard Holland (53 años) y Oreo, su perro de dos años, fue publicada por primera vez en enero en The Indianapolis Star, un diario de Indianápolis, la capital de Indiana, en Estados Unidos. Holland se trasladó desde el Estado de Michigan en noviembre, y en un principio se hospedó con una familia. Sin embargo, contó el periódico, pronto se quedó sin un lugar a donde ir y no pudo encontrar un refugio en el que se aceptaran perros. Pero abandonar a su mascota no era una opción que estuviera dispuesto a contemplar. Así que Holland armó una carpa en un campamento para personas sin techo y aguantó varias noches con temperaturas bajo cero al lado del animal. Un tiempo después, el hombre y el perro fueron encontrados por un trabajador de un refugio local, Horizon House. 

La organización, conocida su dura experiencia nocturna,  comenzó a trabajar junto a Holland para resolver su situación habitacional y para que, tanto él como Oreo, pudieran pasar el invierno protegidos bajo techo. Aquí entró en escena el refugio canino Wigglebutt Doghouse. El grupo se ofreció a cuidar a Oreo hasta que Holland encontrase trabajo y un lugar donde vivir. “Está seguro, y sé que la están cuidando bien”, dijo Holland. 

Gracias a la ayuda de estas organizaciones locales, en febrero Holland pudo comenzar a trabajar medio día en el refugio canino. Desde entonces, dijo el periódico, encontró un motel en el que Oreo y él pudieron vivir juntos. “Es asombroso ver el cambio en Bernard desde que todo comenzó”, dijo al periódico Melissa Burgess, de Horizon House. “Cuando lo encontramos por primera vez estaba triste, perdido, y ahora está con más energía y ánimo. Estamos muy orgullosos de él”.  La historia de Holland conmovió a personas de todo el país, que hicieron numerosas donaciones para él y Oreo. Holland dijo al Indianapolis Star que esperaba encontrar un trabajo de tiempo completo y asegurarse una vivienda permanente para él y su querido cachorro. 
“No busco ser rico, solo vivir feliz”, dijo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario